La Fundació Germà Tomàs Canet, que forma parte de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, atendió durante 2018 un total de 198 personas solicitantes de asilo, en el marco del programa de Protección Internacional que se lleva a cabo en Manresa, y está financiado por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
Estos datos se hicieron públicos ayer en una rueda de prensa organizada por la Fundació, que asumió la gestión de este programa a finales del 2017 en las instalaciones de la Llar Sant Joan de Déu, antigua residencia de las Hermanitas de los Pobres, que fue reformado para adecuarla a las necesidades del proyecto.
El perfil de personas atendidas por el programa de Protección Internacional es de familias con hijos menores de edad y que se encuentran en situación vulnerable. De las personas que han pasado por la Llar Sant Joan de Déu durante el 2018, un 48% son hombres y un 52%, mujeres. Casi la mitad són menores de edad (49%).
Rueda de prensa celebrada por la Fundació Germà Tomàs Canet en Manresa el pasado 9 de abril.
Por nacionalidades, el colectivo predominantes es de personas procedentes de Síria, que representa casi un 30% del total. El segundo grupo más numerosos es el de venezolanos, con un 23%. El resto de personas atendidas vienen de Georgia, Honduras, Ucraina, Colombia, Pakistan, Yemen, Argelia, El Salvador, Iran, Nicaragua, Sahara Occidental, Líbano y Rusia.
Esta labor se realiza en el marco del Programa de Acogida y Protección Internacional que financia el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.
PRIMERA FASE: ACOGIDA
El programa de Protección Internacional se estructura en dos fases. La primera es la de acogida y tiene una duración de 6 meses. Durante este tiempo, las personas atendidas residen a la Llar Sant Joan de Déu y tienen cubiertas todas sus necesidades básicas en cuanto a alimentación, higiene y ropa. También reciben el apoyo de diferentes profesionales como psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales, docentes, enfermera, integradores y abogados, entre otros, así como de los servicios generales de la Llar y de la Fundació Germà Tomàs Canet, que los acompañan y los asesoran para que el proceso de adaptación a la nueva situación sea lo más satisfactorio posible.
Uno de los principales objetivos de esta primera fase es preparar los usuarios para iniciar una vida autónoma fuera del centro. Por este motivo, se los ofrece formación en lengua catalana y castellana y se promueve su implicación en la comunidad a través del contacto con diferentes entidades de la ciudad como pueden ser clubes deportivos, centros cívicos, centros de enseñanza o entidades culturales.
SEGUNDA FASE: PREPARACIÓN PARA LA AUTONOMÍA
Después de los 6 meses de la fase de acogida, los usuarios del programa de pasan a vivir de manera autónoma fuera de la Llar Sant Joan de Déu. Esta fase tiene una duración de un año, durante el cual las personas continúan siendo atendidas por los profesionales de la Fundación, pero viven en pisos de alquiler y llevan una vida autónoma. Durante el 2018, 81 personas han pasado a esta segunda fase. Los municipios donde han instalado su lugar de residencia han estado Manresa, Cardona, Súria, Sant Joan de Vilatorrada, Sallent, Monistrol de Montserrat, Castelldefels, l'Hospitalet de Llobregat y Sabadell.
Encontrar un piso y un trabajo son dos de las grandes dificultades con las que se encuentran las personas usuarias del programa. Desde la Fundació Germà Tomàs Canet se trabaja para favorecer su inserción laboral a través del Programa Laboral de Mosaic. Durante el 2018 se ha ayudado en el proceso de busca de trabajo a 73 personas, 66 de las cuales han participado en diferentes cursos de formación. También se han hecho contactos con cerca de una octogésima de empresas y se ha conseguido formalizar 10 contratos de trabajo.
Hacen falta voluntarios
El programa de Protección Internacional de la Fundació Germà Tomàs Canet cuenta con un equipo integrado por unos cuarenta profesionales, a los que hay que sumar 49 voluntarios que han colaborado con el programa durante el 2018. Desde la fundación se señala que se necesitan aún más voluntarios que quieran implicarse en el proceso de acogida de las personas solicitantes de asilo. Las tareas de los voluntarios van desde el acompañamiento a las personas atendidas en la realización de trámites o gestiones en la ciudad (visitas en centros sanitarios, compras, ocio, etc.) hasta apoyar el servicio jurídico o ayudar en las tareas del día a día de la Llar.
Sobre la Fundación Germà Tomàs Canet
La Fundació Germà Tomàs Canet nació en 1989 por voluntad de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Su misión inicial fue la de dar apoyo tutelar a personas afectadas
por alguna enfermedad mental o discapacidad intelectual. Su actividad permite dar una protección jurídica que garantice los derechos y los deberes de personas con trastorno mental y facilitar los recursos para su integración social y laboral.
Hoy, la Fundació Germà Tomàs Canet está consolidada y tiene presencia en las localidades de Sant Boi de Llobregat, Almacelles y Manresa, gestionando diferentes programas y recursos al servicio de las personas más vulnerables. En la capital del Bages, lleva a cabo el programa Mosaic, que vela por dar una atención integral a personas con problemas de salud mental; el programa de Duchas y lavandería sociales, donde personas sin recursos pueden ducharse y acceder a ropa limpia en condiciones dignas; la Unidad Dependiente, que ofrece residencia y apoyo en la integración sociolaboral de presos en tercer grado penitenciario; y el programa de Protección Internacional.
Fuente: Comunicación Fundació Germà Tomàs Canet