Entrevista con el Hno. José Antonio Soria, Provincial de la Bética y Vicepresidente de la Fundación Juan Ciudad

Martes, 23 Agosto, 2016 - 09:00

El Hermano de San Juan de Dios José Antonio Soria Craus es Diplomado en Enfermería con estudios en medicina tropical por la Universidad Complutense de Madrid. Entre 1989 y 2007 ha trabajado en África como superior y gerente en distintos centros hospitalarios de Camerún y Liberia, y también fue Provincial de la Provincia Africana. Actualmente es Provincial de la Bética y vicepresidente de la Fundación Juan Ciudad.

 

Desde 1989 a 2007 estuvo en África. ¿Cómo fue esa experiencia?

África fue el escenario de muchas de las primeras experiencias impactantes en mi vida religiosa y hospitalaria. Allí vi morir a un niño por primera vez en mi vida. Desgraciadamente, después le siguieron muchos.

También vi nacer a muchos más, y fue mi primer contacto con la tuberculosis, el SIDA, el hambre, la guerra, el miedo y la miseria. Estuve los primeros cuatro años en Nguti y Batibo, Camerún. Lugares aislados en la selva donde un paracetamol era un tesoro y los recursos sanitarios eran muy escasos.

Posteriormente colaboré 14 años en mantener abierto el Hospital San José de Monrovia, Liberia, en una situación de caos total. La mayor parte de esos años fueron de guerra civil, en un país dividido y controlado por grupos guerrilleros, donde no había electricidad ni agua corriente, y lo importante para la población era sobrevivir de un día para otro.

El Hospital se convirtió en un lugar de refugio, realizando una labor inmensa con personas desplazadas, niños malnutridos, mujeres embarazadas... Fueron años de mucha tensión y también de inseguridad personal, pero de mucha satisfacción y felicidad personal constatando la efectividad práctica en situaciones vitales del Carisma de la Hospitalidad.

 

 

El Hno. Soria cuando trabajó en Liberia.

 

¿Cree que ha cambiado mucho el trabajo de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria en los últimos años?

Esencialmente la ayuda que la Orden Hospitalaria realizó en Liberia durante la guerra civil, a través de Juan Ciudad ONGD, fue de ayuda humanitaria en situaciones de una clara emergencia para sobrevivir de millones de personas.

Hoy en general es necesario poner el foco en la Cooperación al Desarrollo, y creo que así se está haciendo y es lo más adecuado (siendo conscientes de que un problema central es la crisis económica en el llamado mundo desarrollado) siendo importante financiar proyectos que no tengan una temporalidad corta, permitiendo generar resultados con impacto, sin caer en el intervencionismo ni el asistencialismo, que no crean una agenda real de desarrollo.

A nivel de la Orden creo que es importante el fortalecimiento de las capacidades de gestión de las personas directivas de nuestros centros en países en desarrollo, dando una amplia participación en la toma de decisiones a las personas beneficiarias de los programas.

Pienso que también puede ser positivo apostar por el mundo de lo privado en la financiación de proyectos de cooperación al desarrollo, conscientes de los cambios y recortes en la financiación oficial y gubernamental.

 

El Hno. Soria en el área de hospitalización de pediatría del Hospital Católico San José de Monrovia Liberia.

 

Y situándonos en España, ¿qué retos tiene por delante la Orden Hospitalaria?

A través de la historia de la Orden en España, muchos Hermanos y colaboradores han unido sus esfuerzos para dar vida a las Obras Apostólicas con las que contamos hoy.

Queremos seguir creciendo, llegar a más gente que sufre enfermedad, pobreza, soledad, exclusión o discapacidad; y queremos hacerlo cada día mejor, con más calidad y calidez.

La Orden ha sido inconformista desde su origen. Nunca estamos satisfechos con lo que hacemos, siempre pensamos que se puede dar un paso adelante en favor de los demás.

La situación económica no es fácil pero la Orden siempre ha sabido arriesgar en los momentos complicados, con opciones claras por los más necesitados. Juan de Dios fue nuestro ejemplo abriendo nuevos caminos de hospitalidad en medio de muchas más dificultades que las nuestras actuales.

Podemos crecer y hacerlo mejor, pero nuestro gran reto, en medio de las siempre dificultades financieras, y con un reducido número de Hermanos, será el mantener la sostenibilidad carismática del Espíritu de la Orden como Misión Evangelizadora de nuestros centros. Este es el pilar fundamental futuro de la Orden en España.

 

 

         

Centro Especial de Empleo del Centro SJD de Ciempozuelos y Unidad de Respiro de SJD de Sevilla. 

 

¿Qué iniciativas ha puesto en marcha la Provincia Bética para afrontar el incremento de la pobreza en España?

Hoy, desgraciadamente, en nuestro país estamos conociendo a familias, adultos y niños, que viven en unas situaciones extremas de necesidad.

En la Provincia no nos hemos situado ante la crisis a la defensiva. Como institución nos están afectando los reajustes y en muchos casos estamos en el límite como lo están otras instituciones y personas.

Pero la crisis económica nos está impulsando a ser más creativos, más eficaces, más eficientes para dar respuestas concretas que ayuden a las personas y familias necesitadas.

Con pequeñas estructuras y programas estamos ayudando y apoyando a mucha gente que lo pasa mal, involucrando a trabajadores, voluntarios, bienhechores, empresas e instituciones.

Todos los centros de la Bética tienen proyectos de Desarrollo Solidario, como Comedores Sociales, Economatos, Ayudas para pagar necesidades básicas de familias en riesgo de exclusión social (luz, agua, renta), programas de atención social a la infancia, de atención bucodental, de alimentación a familias...

 Nuestro reto es hacer más con menos recursos.

 

En Oviedo durante la entrega del Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2015 otorgado a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.

 

La Orden Hospitalaria cada año cuenta con más personas voluntarias que quieren colaborar con su labor, ¿Por qué es tan importante la figura del voluntario?

La tarea de los voluntarios de San Juan de Dios tiene identidad propia en cada uno de los centros de nuestra Provincia y es complementaria a la labor que hacen los profesionales para ofrecer una asistencia integral a la persona enferma o necesitada.

Gracias a los voluntarios, que son personas que  contribuyen a la humanización de la asistencia y son presencia pública y social de nuestro modelo de atención. Sin ellos sería imposible desarrollar un espacio de cercanía, de acompañamiento al enfermo, de encuentro con el que sufre. Por todo eso yo les tengo que agradecer todos los días su predisposición y su actitud de entrega a quienes más lo necesitan; por formar equipo con nosotros, con los hermanos, con los trabajadores y con toda la gran familia hospitalaria que somos.

Muchas de nuestras estructuras, programas y proyectos sociales no se podrían llevar a cabo sin la colaboración de un gran número de voluntarios que se sienten implicados en este proyecto de Hospitalidad.

El Voluntariado es desde el mismo origen de la Orden parte esencial en este proyecto de Hospitalidad. Ellos también con su presencia son agentes curativos con su escucha y cariño para con los pacientes y usuarios. La labor humana que desarrolla la Orden necesita de ese plus-extra de generosidad y gratuidad.

 

El Hno. Soria se dirige a un grupo de voluntarios durante el II Encuentro de Voluntariado SJD en Salud Mental celebrado en Málaga en 2015.

 

 

Por Adriana Castro, responsable de Comunicación de la Fundación Juan Ciudad.

Fotos: Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (Archivo Juan Ciudad ONGD y Fundación Juan Ciudad).

 
 
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